
El delantero del Villarreal Ayoze Pérez ha sido ampliamente elogiado tanto por leyendas como por aficionados de LaLiga después de que se atreviera a hablar sobre la decisión de la liga de seguir jugando partidos tras las inundaciones mortales que azotaron el este de España el mes pasado, cobrándose más de 200 vidas. Los comentarios de Pérez, hechos el miércoles, han provocado una conversación sobre el papel del fútbol en tiempos de crisis nacional, y muchos apoyaron su postura de que la respuesta debería haber sido más sensible a la tragedia humana que se desarrolla en la región.
Las catastróficas inundaciones, que devastaron áreas en Valencia y sus alrededores, llevaron a la Federación Española de Fútbol (RFEF) a posponer siete partidos de la Copa del Rey a mitad de semana y todos los partidos en la región afectada. Sin embargo, a pesar de la magnitud del desastre, LaLiga siguió adelante con los partidos en otras partes de España, una decisión que fue recibida con críticas generalizadas por figuras prominentes de la comunidad del fútbol.
El entrenador del Barcelona, Hansi Flick, y el técnico del Atlético de Madrid, Diego Simeone, cuestionaron la lógica detrás de jugar partidos tras semejante desastre, calificándolo de insensible. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, defendió la decisión, afirmando que la liga debería continuar como estaba previsto en las zonas no afectadas, enfatizando la importancia de estar “en primera línea” y cumplir con los compromisos laborales, al igual que los empleados de otros sectores.
Pero fue Pérez, el internacional español de 31 años, quien articuló las preocupaciones que muchos sentían pero pocos expresaban públicamente. “No deberíamos haber llegado al punto de que entrenadores y jugadores tuvieran que salir a dar su opinión porque al final es tan claro… Estamos hablando de una catástrofe”, dijo Pérez. “Teníamos que estar al lado del Valencia. El fútbol viene en segundo o tercer lugar. Lo que importaba eran todas esas personas afectadas”.
Los comentarios de Pérez resonaron profundamente tanto en los fanáticos como en los ex jugadores. Su clara empatía con los que sufrieron tras las inundaciones contrastó marcadamente con la postura pragmática de seguir como siempre adoptada por la dirección de LaLiga. Muchos aficionados recurrieron a las redes sociales para elogiar a Pérez por hablar, y algunos pidieron que más jugadores utilizaran sus plataformas para defender la responsabilidad social en tiempos de crisis.
Tras las inundaciones, el partido del Villarreal contra el Rayo Vallecano se pospuso, pero el equipo volvió a la acción la semana siguiente contra el Deportivo Alavés. Pérez reveló que el desgaste emocional de la situación se sintió profundamente en la plantilla.
“El minuto de silencio antes del partido fue muy emotivo”, reflexionó Pérez. “El Villarreal está tan cerca del Valencia que éramos muy conscientes de que no eran las mejores condiciones para jugar un partido. La decisión no estaba en nuestras manos; teníamos que jugar y así lo hicimos. Pero todos estuvimos de acuerdo en que no debíamos hacerlo”.
La postura de Pérez es especialmente notable dada la proximidad de Villarreal a las áreas afectadas, lo que pone de relieve el profundo impacto que tuvo la tragedia en la comunidad futbolística de la región. Muchos dentro del deporte, incluidos exjugadores y aficionados, han hecho eco de la opinión de Pérez de que la prioridad debería haber sido apoyar a los afectados por las inundaciones, en lugar de continuar con el calendario habitual de partidos.
Los comentarios del delantero han provocado un debate más amplio sobre el papel del fútbol en tiempos de desastre nacional y sobre si las ligas deberían asumir una mayor responsabilidad a la hora de considerar las implicaciones emocionales y sociales de sus decisiones.
A medida que Pérez continúa predicando con el ejemplo, sus palabras han provocado tanto admiración como reflexión dentro del mundo del fútbol, y muchos coinciden en que se debe hacer más para garantizar que el deporte siga siendo consciente de su impacto más amplio en la sociedad.